Maratoniano en los cinco continentes



Hace exactamente 21 años, el burgalés José Cantero se puso encima de la báscula en su domicilio de Santa Eulària y vio que la aguja llegaba a los 90 kilos. Entonces, este profesional de la hostelería tenía 40 años y nunca había hecho deporte con regularidad. A base de fuerza de voluntad y de manera autodidacta se preparó para el maratón de Calvià. 45 días después de aquella mañana otoñal en la que decidió bajar peso acababa la carrera mallorquina. El 5 de diciembre de 1990 comenzó su vida como maratoniano.

Dos décadas después y alcanzados los 60 años, este ibicenco de adopción acometerá en Nueva Zelanda un reto muy especial: completar la conocida distancia de los 42´195 kilómetros en pruebas celebradas en los cinco continentes del planeta. La cita será en Auckland, el próximo 30 de octubre, una ciudad donde Cantero aspira a alcanzar la meta por 64ª ocasión en una prueba donde la cabeza corre casi tanto como las piernas.

«Cuando me fui a correr a Calvià nadie pensaba que sería capaz de terminar. Es la única vez que mi mujer no me ha acompañado, no dejé que viniera. Cuando llegué a la meta la gente se preguntaba sobre quién era ese atleta que reía y lloraba a la vez», explica con sosegada voz el fondista, reconociendo que si no hubiera derribado esa barrera personal en Mallorca habría cejado en su empeño de ´coleccionar´ maratones.

Amante del coleccionismo
Poseedor de un gran catálogo de postales antiguas sobre Eivissa, Cantero ha ido recopilando dorsales en maratones de medio mundo. Roma, Nueva York, Londres, Viena... Este rostro anónimo del atletismo español ha estado en todas estas citas, bajando en trece ocasiones de las tres horas y acreditando una mejor marca de 2´47´´. «Mi mayor orgullo es tener un ritmo que me permite hacer el kilómetro en menos de cuatro minutos», recalca este hombre para el que el atletismo es la «válvula perfecta para escapar» de su vida laboral.

Cada mañana sale a entrenar y recorre dos veces el largo del paseo marítimo de Santa Eulària. Once kilómetros que completa de amanecida, incluso en temporada, cuando tiene que trabajar «catorce horas». «Si corro, voy a trabajar mucho más alegre», añade, considerando que «cualquiera puede acabar un maratón». Cantero es, sin duda, la imagen de que no hay imposibles en el deporte si la voluntad juega en tu equipo.

-Noticia de Diario de Ibiza

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