Imagen de J.A.Riera, Diario de Ibiza |
La cabeza rapada al cero y el gesto de esfuerzo son los rasgos que caracterizan el correr de Adrián Guirado. Ayer, la testa y la boca del mediofondista relucieron más que nunca, enfundadas en la vestimenta amarilla de la Escola Municipal d´Atletisme de Santa Eulària (Emase). El pecho de Guirado entraba en primera posición en la meta de la Pujada al Puig de Missa, una prueba a la que le tenía ganas este santaeulaliense de 19 años.
En las últimas temporadas, el corredor santaeulaliense no había podido participar en una de la carreras más pintorescas de las que se realizan en la Villa del Río. Lesiones u otros compromisos se habían interpuesto en su camino. Guirado tuvo que esperar y madurar como atleta para demostrar que ya está a la altura de los mejores especialistas en carreras populares. Con el triunfo de ayer, el atleta ya cuenta con un triplete de éxitos en lo que va de temporada, tras campeonar en las últimas ediciones de la Cursa del Patrimoni y en la Mini Maratón de Sant Bartomeu.
Sin embargo, llegar el primero al Puig de Missa no fue pan comido. Salva Crespo, mediofondista castellonense que reside desde hace unos meses en la isla por motivos laborales, puso una dolorosa marcheta a la carrera, tal y como hizo en la última Cursa de sa salsa. Con el levantino como animador, el numeroso pelotón fue desangrándose hasta seleccionar a un puñado de elegidos en el preámbulo de la subida.
Las dos primeras rampas de la ascensión volvieron a ser decisivas. Guirado despegó los talones del suelo y atacó a sus rivales –Crespo, Óscar Tolosa y Ricardo Rueda– con un latigazo que dejó temblando a más de uno. El último medio kilómetro se convirtió en un sálvese quien pueda en el que cada participantes ganó la meta a su ritmo.
Los 6´57´´ que marcó Guirado al llegar a la meta atestiguan el alto ritmo con el que contó la competición. Tolosa llegó en segunda plaza con 7´03´´, casi calcando el tiempo del año pasado. «Hacerlo más rápido parece imposible», reconoció el bejarano del CA Pitiús en la llegada. Por su parte, Crespo tuvo premio para su estilo dinámico y subió al podio, como ya hizo en Sant Josep.
Por su parte, Alexia Hartmann (CA Pitiús) siguió demostrando que, además de ser joven y una gran marchadora, se ha aficionado a arrasar en la categoría femenina de las pruebas populares. Solamente tiene 16 años, pero la edad no fue impedimento para que cubriera los 2.200 metros en 8´33´´, el 33º tiempo global, más de un minuto mejor que su compañera de club Ana Bella Castaño, que se alzó con el segundo lugar absoluto. Noelia Pérez fue tercera con 9´52´´, culminando el asalto al podio del Pitiús.
Organizativamente, la carrera fue un éxito al establecer un nuevo récord de participación, con 874 entregados atletas. En total, compiteron en la Pujada 424 corredores, a los que hay que sumar los 450 chavales que participaron en la Mini Pujada que se disputó unos minutos antes en el Paseo Marítimo.
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